“La niña que adoraba a Darwin” (El Mundo, Magazine, 5 julio)
“El eslabón perdido entre Mark Twain y Charles Darwin. Una gran novela de aprendizaje cuyos lectores se convertirán en buenos lectores, buenos científicos y, sobre todo, jóvenes curiosos y apasionados. En Calpurnia está el origen de una admirable especie de supervivientes?.
(Ricardo Ruiz Garzón)