Hotel Chelsea, de Joe Ambrose en Libertos Editorial
"El Hotel Chelsea estaba ya plagado de fantasmas cuando ellos dos llegaron: par de críos muertos de hambre, armados con su gesto de dioses desdeñosos. O ángeles caídos. Podían pasar por un par de comunes chaperos. Aunque eran chico y chica. En lo sexual, perfectamente incompatibles. Almas demasiado idénticas para tolerar la litúrgica amalgama de los cuerpos en su habitación compartida".
(ABCD de las Letras, 22 mayo)