“D’Annunzio sale de su jaula dorada” (El País, 12 noviembre)
"Catorce años antes de morir, Gabriele d'Annunzio (1863-1938) encargó su propia capilla ardiente. La amuebló al estilo decó, con pieles de leopardo, un retrato suyo junto a san Francisco y una talla de san Sebastián del siglo XVI que representa, a tamaño natural, al mártir cuya historia había escrito él mismo para el compositor Claude Debussy".