LA PERIODISTA HELENA R. OLMO, FASCINADA POR NEFER, LA MOMIA DE IFERGAN COLLECTION

Nefer, la momia egipcia de Ifergan Collection recibió el pasado viernes una ilustre visita. La periodista Helena R. Olmo, ganadora de la última edición del Premio de Divulgación Histórica “Juan Antonio Cebrián”, conoció de la mano del propietario de la colección, Vicente Jiménez Ifergan, la cabeza de momia que se encuentra en su sala expositiva. El libro con el que Olmos ha obtenido dicho distinción que ha patrocinado el Ayuntamiento de Crevillent es “CSI Momias”, un trabajo fruto de una investigación realizada por la autora durante 20 años, en los que ha ido tras la pista de multitud de momias a lo largo del mundo.

Olmo es una periodista especializada en divulgación histórica y científica y destaca de su trayectoria profesional haber sido directora de la revista Clío, una publicación española mensual de divulgación de Historia. El próximo mes de octubre la editorial Odeón publicará el libro, con una amplia documentación fotográfica que avala la investigación de la autora.

La maldición de la momia

La espectacular cabeza de momia de Ifergan Collection, adquirida en una subasta en Estados Unidos, tras una dura puja, conserva todas las superficies de la piel, los párpados, los dientes, los cabellos de color rubio y lo más importante, mantiene la vértebra cervical, lo que acredita que la separación del cuerpo fue hecha cuidadosamente.

La idea de que una maldición o maleficio en­vuelve al mundo funerario egipcio en relación con las momias es algo que nadie ha podido de­mostrar. Pero siempre habrá quien atribuya a esa maldición, ciertos acontecimientos inexpli­cables, que han rodeado a este misterioso mun­do del antiguo Egipto, desde que Howard Car­ter descubriera la tumba de Tutankamón.

En todo caso, al adquirir esta pieza, ante la mezcla de curiosidad, precaución y respeto, su actual propietario, Vicente Jiménez Ifergan, viajó a Luxor (Egipto) y tras entrevistarse con conocedores y estudiosos del Libro de los Muertos, se sometió a un ritual de protección, respeto y conciliación en rela­ción con el mito de las maldiciones de las mo­mias, en este caso con Nefer nombre con el que llama familiarmente a esta momia.

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