Aloha (Periférica). Tienes que leer, 7 octubre 2014
La mínima expresión sacude este cómic que inunda la pureza del papel con un sentido del humor riquísimo que no necesita de las palabras para existir. Un aloha por allí y otro por allá son suficientes para hacernos sonreír muy fuerte e, incluso, reflexionar. No sobra ni falta nada en sus trazos. A veces la protagonista no tiene ni siquiera una boca con la que hablar. Probablemente por eso no haya palabras. No las necesita y eso la hace bella. Bella en su sinceridad, en su ingenuidad y en su inteligencia.
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